Ser padres significa re-estructurar todo nuestro pensamiento, queremos ser buenos educadores, un buen ejemplo para esos pequeños seres que están a nuestro cargo y ante todo, deseamos fervientemente la felicidad de nuestros hijos.
Pero, ¿cómo hacerlo?
No existen claves, ni fórmulas mágicas que nos enseñen a ser padres. La paternidad necesita experiencia, muchas ganas y sobre todo voluntad y esfuerzo. Pero los niños son nuestro futuro, por eso, creo que dos claves son fundamentales para que crezcan sanos mentalmente y nuestra relación con ellos sea buena.
AMOR
Los niños merecen ser amados, crecer en un seno familiar en el que siempre tengan la absoluta seguridad de que, hagan lo que hagan, serán queridos. Deben ser reconocidos y tratados como seres individuales, con derechos propios.
Merecen respeto, paciencia y cariño.
PSICOLOGÍA POSITIVA
En lugar de tratar las patologías, ¡evitémoslas!
Desde pequeños, todos tenemos fortalezas y virtudes que deben ser fomentadas desde el seno familiar.
Tener un hijo puede ser un buen momento para examinarnos a nosotros mismos e indagar de qué forma queremos educar a esos pequeños. Puede ser una gran ocasión de aprendizaje y de crecimiento personal basándonos en todo lo positivo que posee el ser humano, olvidando el negativismo.
Vivimos en una nueva era, el mundo puede cambiar con nuestros gestos.
Busquemos la felicidad y dejemos que el futuro crezca.
