29 de julio de 2014

LACTANCIA MATERNA, UN TRIUNFO PARA TODA LA VIDA. Beneficios Psicológicos de la Lactancia



"No existe ningún lugar mejor que los brazos de mamá".

Seguro que no soy la única que a pesar de mis "taitantos" disfruta de cuando en cuando de apoyar la cabeza entre los pechos de mamá y sentir que ahí nada malo puede ocurrirme. Y es que ese olor que ella desprende, sin conservantes ni aditivos, me transporta a los principios de nuestra unión única y maravillosa.

Ella me alimentó con su leche y en sus brazos, mientras me acunaba, establecimos un vínculo especial  e irrompible a pesar de los años, de las adversidades y de los mundos diferentes en que hoy día nos movemos.

Lactar, me cuenta ella, fue algo tan natural como respirar a pesar de haber nacido en un momento clave para la revolución femenina, donde muchas mujeres confundieron libertad con dejar de amamantar. Muchas se deshicieron del sujetador, de la faja, de los buenos modales y salieron a las calles biberón en alza como símbolo del fin a tantos años de machismo represivo.

Sé que aquella fue una lucha necesaria para el reconocimiento de la mujer y no puedo negar su mérito, pero en el proceso apareció una lucha contra la condición de mujer, contra la condición de ser madre, y ahora esa lucha trata de cambiar las tornas recuperando lo perdido en el camino. 

Como en lo que a crianza se refiere, en torno a la lactancia materna existen un montón de mitos, de dichos populares y, tras esto, en ocasiones reside ignorancia y, en otras, el no querer saber.


Algunas veces son los profesionales sanitarios los que no disponen de la correcta información y guían mal a madres que confían en ellos. Recrimino esta actitud, pues creo que es su responsabilidad velar por el bienestar de sus pacientes y estar actualizado en lo que a su trabajo se refiere. Otras veces una suma de desafortunadas situaciones llevan al fracaso de la lactancia materna, A veces por falta de apoyo, por cansancio, por recibir demasiadas críticas...

Razones de salud física para amamantar a un bebé hay muchas, pero, por si esto aún no resultara suficiente, hoy quiero comentar, aunque ya existan más artículos y estudios que han hablado sobre el tema, seis beneficios psicológicos que la alimentación natural puede aportar tanto a los bebés como a las mamás:

1- El bebé se siente seguro en brazos de mamá, reconoce su olor, su voz y desde allí aprende sobre el mundo exterior sin estrés, favoreciendo la futura independencia del niño.

2- El sistema sensorial del bebé, inmaduro tras el nacimiento, se desarrolla naturalmente a través del contacto piel con piel con su madre.

3- La díada madre-hijo se crea con mayor facilidad fomentando el conocimiento y la comprensión entre ambos, por lo que el reconocimiento de las señales del bebé se instauran fácilmente.

4- Favorece el correcto desarrollo cerebral y del sistema inmunológico del bebé.

5- En la madre se produce un aumento de la producción de oxitocina, conocida como "hormona del amor" que ayuda a continuar produciendo leche y a establecer el vínculo con su bebé.

6- La autoestima de la madre aumenta o mejora y ayuda a empoderarse y a actuar como ella cree a pesar de las críticas recibidas.


En esta semana de la lactancia materna, animo a todas las mamás que amamantan a sus hijos a sacar pecho con orgullo, a callar bocas mal-intencionadas y a coger las riendas de sus vidas con fuerza, pues tras su sabia decisión tienen el apoyo de la investigación en salud física y mental.



21 de julio de 2014

GRUPOS DE APOYO A LA MATERNIDAD, LUGARES DONDE CRECER




La maternidad, como he comentado algunas veces, es un momento delicado para la mujer y para su entorno familiar. La crianza de los hijos, además de ser un proyecto lleno de satisfacciones, también es un trabajo duro, difícil y cansado. Nadie nace aprendido, y es por eso que cuando se pasa de la teoría a la práctica, las madres (y los padres, por supuesto) se encuentran con tesituras que pueden preocuparles, generarles miedo e incluso dudar de sí mismas. 

El ser humano es un animal plenamente social que necesita de sus iguales para desarrollarse convenientemente. Las redes sociales de apoyo son imprescindibles, pero el cambio en nuestro modo de vida ha supuesto que muchas personas encuentren que su apoyo es deficitario.

En temas familiares este problema se hace más patente. Vivimos en una sociedad individualizada que corre mucho. Los edificios están llenos de familias, pero cada una está encerrada en su propio "mundo". El núcleo familiar, por diversas razones, ha tendido a reducirse, por lo que en muchas ocasiones una familia está compuesta de los padres y los hijos. Los abuelos, los hermanos, a veces los amigos, están lejos y en el día a día, una madre que cría a sus hijos, se encuentra sola.

Históricamente, las mujeres de diferentes generaciones han vivido cerca las unas de las otras y han asumido la crianza y la educación de los niños como un proyecto común. Mujeres experimentadas, madres, tías, abuelas, han guiado a las demás y mujeres que se han encontrado en situaciones similares al mismo tiempo, han podido apoyarse entre ellas. 

Hoy, ese círculo de sabiduría femenina, lejos de desaparecer, se ha transformado convirtiéndose en los diferentes grupos de apoyo a la maternidad que existen a lo largo de todo el país. Mujeres sabias, fuertes y empoderadas han conseguido crear comunidades, familias enteras de mujeres que luchan por vivir su maternidad de forma consciente y feliz. 

En estos grupos se respira paz y amor, ganas de ayudar, empatía y la posibilidad de expresar libremente los sentimientos. Mujeres desconocidas se convierten en madres, amigas y hermanas y todas ellas juntas se empoderan sacándole el máximo jugo a su condición de madre y mujer.

Son lugares mágicos al alcance de cualquier mamá que pueda necesitarlo y una gran proyecto que crece más y más.

No dudes en buscar alguno cerca de donde vives, la experiencia vale (muchísimo) la pena.



9 de julio de 2014

ENSEÑANDO A LOS NIÑOS A RELAJARSE. TÉCNICAS DIVERTIDAS Y EFECTIVAS PARA CONTROLAR LA RESPIRACIÓN


Conseguir relajarse es, para muchos adultos, una tarea sumamente difícil. Estamos acostumbrados a correr, a ir contra-reloj, a estar extremadamente ocupados y en ocasiones, aunque nos vendría muy bien, nos cuesta bajar el ritmo y tomarnos las cosas con calma. 

La vida frenética que llevamos nos conduce a sobrecargar  nuestro cuerpo y  nuestra mente que demasiadas veces se mantienen en estado de alerta por más tiempo del que en realidad podemos soportar. Esto se traduce en diversas patologías relacionadas con ansiedad, estrés, respuestas autoinmunes, cargas musculares y otras situaciones que reducen significativamente nuestro bienestar físico y emocional y que se están convirtiendo en un mal extendido.

Recuerdo que cuando era pequeña, a la escuela acudió una psicóloga a "enseñarnos a respirar". Desde mi inocencia no pude más que pensar que menuda barbaridad estaba diciendo aquella señora, "¡yo ya sé respirar! si no, no estaría aquí, me hubiese ahogado", dije yo. Estaba equivocada. Respiraba, por supuesto, pero no de la forma correcta.

Supongo que fue una sesión bastante más larga de lo que ahora recuerdo, pero sin duda, consiguió marcarme por el resto de mis días. La lógica era aplastante, pero nadie antes nos había hecho verlo de esa forma.

La actividad que recuerdo consistía en ponerse la mano en la barriga y respirar con la nariz profundamente. Si el aire entraba, lo lógico hubiese sido que nuestra barriga se hinchase, pero no fue así. Por el contrario, nuestra barriga se contrajo al entrar el aire y se llenó al expulsarlo. Es más, al pasar al segundo paso del ejercicio y al situar la mano sobre el pecho, pudimos notar como éste era el que hacía todo el trabajo. 

Era cierto, no sabíamos respirar. Nuestra respiración era superficial, no dejábamos que todas nuestras células se oxigenasen y estábamos impidiendo, sin darnos cuenta, que nuestro cuerpo pudiera llevar a cabo sus funciones de forma eficiente.

El primer paso para poder relajarnos es controlar nuestra respiración. Respirar profundamente requiere que seamos conscientes del acto, necesita de entrenamiento y conocer los beneficios puede ayudarnos a practicarlo regularmente.

Cuando respiramos pausadamente, profundamente, notando como cada célula recibe el oxígeno que necesita, llevando el aire hasta el estómago, estamos llevando a cabo la respiración diafragmática. Con ella aumentamos nuestra capacidad de concentración, lo que conlleva una mejoría en la memoria y un aumento de la creatividad. Además, conseguimos reducir la sensación de estrés y ansiedad y nuestra capacidad de auto-control aumenta. Al ser capaces de controlar nuestras emociones, situaciones incómodas, como cuando sentimos miedo, pueden disminuir y vivirse de forma más tranquila. También gracias a la respiración consciente nuestro cuerpo puede beneficiarse, pues el sistema inmunitario se fortalece. 

Si un simple cambio como es dedicarle tiempo a respirar bien puede mejorar nuestras vidas, ¿por qué esperar a ser mayores para aprenderlo? Dejemos que los niños se beneficien desde bien pequeños y estaremos mejorando su salud.

Por eso hoy quería contaros algunas técnicas de respiración que podemos practicar con niños. Podemos hacerlo antes de la siesta, antes de dormir, a media tarde...¡Cualquier momento es bueno!


TÉCNICAS DE RESPIRACIÓN PARA NIÑOS

1) Técnica del globo: El niñ@ se tumba en un espacio cómodo y tranquilo boca arriba. Podemos suavizar la luz, poner una música suave y asegurarnos de que la temperatura de la habitación sea buena, ni frío ni calor. Le pediremos al niño que ponga ambas manos sobre su barriguita e imaginaremos que su barriga es un globo. Tendrá que respirar muy profundamente hasta conseguir que el "globo" se hinche. Luego lo deshincharemos muy lentamente.
Repetiremos tantas veces como queramos.

2) Técnica del barco: Esta técnica se basa en la primera. En la misma posición, pero ahora con las manos extendidas a los lados de su cuerpo, explicaremos al niño que su barriga es el mar, con las olas y colocaremos un barquito de papel o de juguete, que no pese mucho sobre su barriga. Guiaremos su respiración profunda hasta que el niño consiga mover el barco simulando que navega por el mar.

3) Técnica del paseo por el prado: En esta ocasión, nos situamos de pie con el pequeño y le relatamos que vamos a pasear por un prado lleno de flores. Cualquier cosa que esté en la habitación puede convertirse en una hermosa flor repleta de olor. Iremos paseando, calmados, despacio y nos agacharemos a oler profundamente cada flor. Inspiraremos el olor y expiraremos suavemente, pero expulsando todo el aire. 

4) Técnica del oso perezoso. El oso perezoso es un animal muy lento, por supuesto, podemos elegir cualquier otro animal calmado que nos apetezca. Imaginaremos que somos ese animal y caminaremos por la habitación como él lo haría, muy muy despacito. Acompañaremos al niño en el juego y le recordaremos que también tiene que respirar con calma.

Como veis se trata de técnicas muy sencillas basadas en el juego que nos permitirá, además, disfrutar de buenos momentos con los niños y dejar volar la imaginación.

Podemos practicar estas técnicas regularmente o cuando el niño se ponga nervioso, por ejemplo después de una rabieta o mejor aún, para anticiparse a ella. 

Si las practicamos con ellos, además de divertirse, aprenderán que son capaces de controlar sus emociones y se fortalecerá vuestro vínculo.

Os animo a que las pongáis en práctica y me contéis que tal os ha ido.