17 de junio de 2014

ESTRÉS EN LA INFANCIA


¿Qué es el estrés?

El estrés es una respuesta fisiológica, psicológica y comportamental que se presenta ante la aparición de un cambio externo considerado como una amenaza.

Se trata de una respuesta necesaria e innata que aparece ante una situación de alerta, ya sea ésta emocional, física o ambiental. Es decir, ante la aparición de un posible peligro (sea real o no), el cuerpo se protege.

Las reacciones de estrés se producen en todos los individuos de todas las edades y son necesarias para la supervivencia de la especie y se encuentran íntimamente relacionadas con el sistema nervioso y con el sistema neuroendocrino.

Ante una señal de estrés se producen cambios químicos en el cerebro, al inicio del estrés (en la etapa que se conoce como alarma) el hipotálamo estimula a la pituitaria (hipófisis) para que libere adrenocorticotrofina (ACTH) y ésta estimula a la corteza suprarrenal para que libere glucocorticoides, principalmente cortisol. El cortisol es el principal regulador de las respuestas adaptativas del estrés, se encarga, además, de almacenar grasa que será aprovechada para generar energía en caso de necesitarla ante un desafío. 

Preparándose para actuar (etapa de acción), se encuentra el sistema nervioso simpático, que hace que aumente la presión arterial, los niveles de azúcar en la sangre, el ritmo de las pulsaciones, etc. Estos mecanismos preparan al cuerpo para llevar a cabo dos posibles respuestas, huida o ataque.

Por último, el cuerpo necesita encontrar la calma (etapa de relajación) donde los sistemas vuelven a su estado natural de no alerta. De la vuelta a la "normalidad" se encarga el sistema parasimpático.

Como hemos visto, la situación considerada amenazante, activa los sistemas psico-biológicos en el momento en que aparece y éstos se desactivan cuando el conflicto ha sido resuelto, además vemos que todo el cuerpo sufre cambios, por lo que si el estrés se experimenta en situaciones necesarias y puntuales, puede ser beneficioso, en cambio si el estrés se experimenta de forma continuada o fuera de contexto, puede convertirse en estrés negativo o distrés causando serios problemas físicos y psicológicos.


¿Por qué el estrés puede convertirse en un problema para los niños?

Los niños, se encuentran en un periodo fundamental del desarrollo de la plasticidad neuronal, por lo que sus experiencias tempranas tienen un gran impacto sobre sus futuras habilidades cognitivas y emocionales.

La Dra. Gunnar, quien estudió profundamente los efectos del estrés en niños, afirma que el nivel de estrés experimentado en la primera infancia condiciona la respuesta al mismo de forma permanente, afectando a la memoria, a la atención y a las emociones.

Ante una exposición contínua a un estrés negativo:

- Los niveles de cortisol se disparan y aparece una sobre-reacción y un peor control del estrés, lo que afectará de forma permanente a la anatomía de su cerebro.

- El hipocampo (que desempeña funciones de memoria y desarrollo espacial) se bloquea y se destruyen sus células nerviosas, viéndose afectados en su número y tipo de receptores.

- Los circuitos de la emoción se reconfiguran.

¿Qué puede causar estrés en un niño?

A veces nos parece increíble que un bebé pueda estresarse, pero situaciones del día a día pueden mantenerlos en alerta.

- Cuando se encuentra solo y llora, está percibiendo la situación como peligrosa, por lo que sus sistemas de alarma se activan. Cuando no se atienden las necesidades básicas del niño, de cuidado, aseo, alimentación y afecto, el bebé se estresa. Una buena regulación del estrés, dependerá de la respuesta que obtenga por parte de sus cuidadores.

- Cuando se le imponen normas que desobedecen su desarrollo natural, por ejemplo imponerle horarios para dormir, para comer, exigirle un control de esfínteres cuando el niño aún no está preparado, pueden ser vividas como situaciones estresantes.

- Los gritos, los ruídos estridentes, el exceso de luz cuando no lo necesita, la sensación de demasiado frío o calor, el estado ansioso de su mamá, también pueden provocar estrés.


¿Qué podemos hacer para evitar que un niño esté estresado?

- Atender al bebé en sus necesidades básicas.

- Mucho contacto físico temprano.

- Respuestas adecuadas a las demandas del niño.

- Respeto por su desarrollo.

- Proporcionar un ambiente familiar tranquilo, armonioso.



Si te interesa el tema, podrás encontrar más información en los siguientes enlaces:
http://www.waece.org/biblioteca/pdfs/d137.pdf
http://www.holistika.net/parto_natural/el_bebe/el_cerebro_del_bebe.asp
http://www.braincampaign.org/common/docs/files/2786/spchap12.pdf


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